Se dejó todo en el partido. Se puso ganas, fútbol y coraje. Y si hay algo que le falto a la Primera de Centauro, fue solamente el gol.
El partido se planteaba difícil, no solo por la calidad del rival, sino también porque estos equipos se conocen mucho entre si.
En la primera etapa, no se regalaron nada.
El partido se hizo chato y casi sin llegadas por ambos lados.
UTN mostraba el rigor, con el número 6 como abanderado, ya que parecía tener licencia para pegar. Estando ya amonestado, el árbitro le perdonó la vida más de una vez.
Fue así como transcurrieron los 45 minutos iniciales sin pena ni gloria.
La etapa complementaria parecía encaminarse hacia el mismo fin.
El ingreso de Seba Michlig por Nico Torassini buscaba darle más altura al ataque de los azules.
Pero en una de sus primeras acciones en el campo, el 9 forcejeó con el 6 universitario, quien cayó “fusilado”. Y el diablo metió la cola. El juez vio un codazo que nunca existió, y el delantero tuvo que continuar viendo el partido desde el vestuario.
Sobre los 15 minutos, en una jugada aislada, Maxi cometió una falta común sobre el 9 visitante. La jugada parecía concluir con la sanción del tiro-libre. Pero al Hombre de Negro no le pareció suficiente, y le mostró la segunda amarilla.
Eso no sería todo. Centauro se quedaría con 8 luego de una falta sancionada a favor de los azules dentro de su área. El árbitro observó una agresión posterior por parte del Zurdo Pérez que no se pudo apreciar desde afuera, expulsando al número 3.
Fue aquí donde apareció el temple Azul negro ¿Eran los locales los que estaban con 3 menos? Pues casi no se notaba.
Los jugadores se disfrazaron de verdaderos gladiadores, en donde todos atacaban y todos defendían.
UTN intentó llegar al gol. Y si no lo logró fue porque los azules achicaban hacia adelante y mordían en todo medio campo, con Seba López a la cabeza.
En la fase ofensiva, el que mostraba los dientes era Ramoncito, casi imparable por su velocidad.
Los universitarios se venían pero no podían, cayendo constantemente en el off side impuesto por la astuta defensa.
Tanto iba UTN que descuidaba su última línea.
Alguna le iba a quedar a Centauro.
Y así fue que un pase milimétrico de Rodrigo Amos encontró solo a Ramón, quien definió por encima del arquero, pero desde un posición inhabilitada por el línea. El delantero estaba un pasito adelantado.
Faltó solamente ese gol para que la tarde salga redonda.
Igualmente, la actuación demostrada, al margen de las expulsiones, fue de 10 puntos como equipo.
Para el final, también se iría expulsado en UTN Vargas, por juego brusco.
Se viene Nova, y Centauro se jugará la vida de visitante para traerse un buen resultado. ¿Alguien todavía duda de eso?
Mauro Gabriel Arévalo
3 oct 2009
El alma en la cancha
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